Estoy aquí, con todos mis ojos abiertos. El salón llena mi nada y empieza a dibujar las primeras reglas del juego. Pero yo veo más allá. Hay tantos caminos posibles entre estas cuatro paredes de esta materia espesa y dura que me contiene y me soporta casi tan bien como el suelo, si no fuera porque Newton implantó una ley implacable que me lleva siempre a buscarlo a él de nuevo.
Y aquí estoy, en el suelo, y antes de entrar y derramarme por completo, veo con el ojo de mi talón otro yo quizá demasiado cerca, barajo mis posibilidades en el tiempo en que una mosca bate una sola vez las alas, tomo otra curva, un nuevo camino que me inventé en esta superautopista, y ahora si estoy listo para entrar de nuevo, a poner las visceras cerca del suelo a revolcarse, a bailar una dancita que me saque de este pueblo de líneas hiper rectas y cuadrados, cuadras, cuadros, marcos y fronteras...
En lo que pensé esto salí de nuevo de viaje y ahora te veo, zumbando cerca de mi espalda, y mi brazo gentilmente espiralea para dejarte descargar aquí junto a mi centro, una invitación que voy a aceptar sin vacilar.... ¡Ahí está!, a tiempo para exhalar juntos este encuentro, y dejarlo pasar.... A tiempo para salir de viaje nuevamente y tal vez parar. Parar para sentir, para esperar, para ver, para seguir...
¿Cincuenta días?, ¡yo quiero más!, ¡no me detengan!
On January 25th 2010, 50 people from all over the world gathered in San Jose, Costarica, to join the project of "50 days of Flying Low and Passing Through with David Zambrano". Celebrating his sabbatic year and the 50 aniversary, David has invited proffessional dancers and choreographers for an unique adventure: for 50 days we will explore Flying Low and Passing Through.
We are Los Voladores...The Fliers.
Here it goes the story, documentation, quates,thoughts, questions, some answers, culture schock perhaps, Latin passions and everything what will shape our experience here and now....
50 Días para volver a la tierra.
ReplyDeleteEstoy aquí, con todos mis ojos abiertos.
El salón llena mi nada y empieza a dibujar las primeras reglas del juego.
Pero yo veo más allá.
Hay tantos caminos posibles entre estas cuatro paredes de esta materia espesa y dura que me contiene y me soporta casi tan bien como el suelo, si no fuera porque Newton implantó una ley implacable que me lleva siempre a buscarlo a él de nuevo.
Y aquí estoy, en el suelo, y antes de entrar y derramarme por completo, veo con el ojo de mi talón otro yo quizá demasiado cerca, barajo mis posibilidades en el tiempo en que una mosca bate una sola vez las alas, tomo otra curva, un nuevo camino que me inventé en esta superautopista, y ahora si estoy listo para entrar de nuevo, a poner las visceras cerca del suelo a revolcarse, a bailar una dancita que me saque de este pueblo de líneas hiper rectas y cuadrados, cuadras, cuadros, marcos y fronteras...
En lo que pensé esto salí de nuevo de viaje y ahora te veo, zumbando cerca de mi espalda, y mi brazo gentilmente espiralea para dejarte descargar aquí junto a mi centro, una invitación que voy a aceptar sin vacilar.... ¡Ahí está!, a tiempo para exhalar juntos este encuentro, y dejarlo pasar.... A tiempo para salir de viaje nuevamente y tal vez parar. Parar para sentir, para esperar, para ver, para seguir...
¿Cincuenta días?, ¡yo quiero más!, ¡no me detengan!